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La foto de Haya en la casa de mi abuelo

Después de Alan .. ¿Quién?

Publicado: 2016-01-22

Visto que el APRA y el PPC estan peleando la baja , recuerdo esta columna que publique en el blog del parlamento joven del Cusco y les comparto...


La primera vez que tuve conocimiento de Haya de la Torre fue en una vieja foto donde un hombre de perfil aguileño le da un beso a un infante al que carga en brazos; el niño era mi padre que por cosas del destino no siguió la misma línea aprista que siguió mi abuelo dentro del sindicato de obreros de la Fábrica de Tejidos Marangani.

Haya era sin lugar a dudas, un enigma constante en las discusiones de sus tesis, de su antiimperialismo, de su populismo, y de ese verbo inflamado que en brazas convertía la fuerza mística de sus compañeros apristas. Mi padre siguió el camino de la izquierda y logró ser presidente del Centro Federado de Educación en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, que como es harto conocido, en la época de los 70´s y 80´s era un polvorín donde con premura las injusticias sociales eran discutidas y donde también se tomaba la determinación de realizar sendas jornadas de luchas, incluso desde los colegios Garcilaso y Ciencias, en aquella magnífica generación de la Federación de Estudiantes del Cusco.

Después de Alan García y su horrible gobierno del 85 al 90, pronunciar la palabra APRA dentro de mi seno familiar y de la sociedad en general era como pronunciar una grosería, era una palabra a la cual se le atribuía adjetivos peyorativos altisonantes y muchas veces absolutamente merecidos; pero mi padre me dijo que existían buenos apristas y que por ejemplo el Dr. Chuquimia, catedrático de la facultad de Derecho de la UNSAAC, sin importar si eran apristas o comunistas, abogaba por sus causas, cuando después de una jornada de lucha era ya una costumbre el terminar detenidos en alguna carceleta de la Policía de Investigación.

Haya era un visionario y entendía que la Indoamerica como unidad no sólo económica, sino también política, podría hacerle frente al todopoderoso imperialismo, y entonces el antiimperialismo del APRA – creo yo – estaba fundando en un profundo sentimiento de Panamericanismo; emulando consciente o inconscientemente tal vez a Bolivar, que de igual forma en el congreso de Panamá, trató de unir a toda la América como una federación fuerte y pujante frente al resto del mundo; y así recorriendo a través de algunos libros Haya de la Torre también recurre a Centroamérica para dejar la semilla del APRA y lo hace en Guatemala de la que finalmente es expulsado, pasando a El Salvador donde forja otra célula aprista, identificando al igual que Bolívar que es posible la unificación de nuestros pueblos, una cuenta que aun se tiene que saldar.

Cuenta Marco Aurelio Denegri que Haya tenía un doble discurso, en lo referido a la famosa etapa histórica de la convivencia, ya que cuando Ramiro Prialé le sugiere a Haya de la Torre pactar con Prado, Haya de la Torre de manera casi histriónica se rasga las vestiduras y señala: “Preferiría ir a Francia y entregar mi pecho a la causa de la libertad antes que pactar con Prado”, sin embargo tiempo después Haya de la Torre apoya a Prado sin ruborizarse, este hecho ha sido ampliamente criticado por extraños y amigos de Haya; sin embargo yo tengo otra visión del hecho, veo a un Haya dolido aceptando el pacto a favor del partido pero en contra suya, y para mí el pacto con Prado no es el hecho más vergonzoso de Haya, sino es un martirologio a favor de su partido, de sus compañeros, de la familia de sus compañeros que ya estaban cansados de estar viviendo en catacumbas, escondidos, perseguidos, deportados, muertos.

Estando en una reunión convergieron Haya de la Torre y el poeta Juan Gonzalo Rose – aunque según Valle Riestra es un mito con los “poetas del pueblo” – acercándose Haya de la Torre, le señaló a Juan Gonzalo Rose : “Usted fue aprista” y el poeta que pareciera había esperado largo tiempo para este momento contestó con un contundente: “Usted también” dejando a Haya sin respuesta alguna; sin embargo de este hecho que es anecdótico podemos resaltar dos cosas, primero que antes de la tesis del espacio tiempo histórico, el actuar de Haya no era entendido, puesto que los propios ex apristas reclamaban coherencia al Jefe del viejo partido de Alfonso Ugarte.

Pero utilizando el espacio y tiempo histórico, que es la respuesta ante el cambio de la ciencia, la dialéctica se basa en la física mecanista de Newton; sin embargo al haber dado un salto cuantitativo con Einstein a la Teoría de la Relatividad, el uso de la nueva ciencia crea la nueva teoría en la interpretación de mundo, creando de esta manera Haya el espacio y tiempo histórico, con el cual se puede analizarse el actuar de Haya a lo largo de su agónica vida y encontrarle coherencia.

Pero Haya ya no es el APRA, hoy el APRA es Alan y Alan , bueno es tremendamente Alan, es un líder, un caudillo, un megalómano, pero al final es simplemente Alan, ese personaje que linda entre lo oscuro y lo diáfano, un gigante frente a las masas sedientas de beber del néctar oscuro y maléfico de su colosal labia, el sindicalista, el ateo de los 80’s y convicto hijo de la santa madre iglesia del 2000, el antiimperialista, el capitalista, el hijo negado del Che Guevara, Túpac Amaru reencarnado, Haya de joven, un ladrón común, es que Alan posiblemente es todas esas cosas y muchas más. Pero la pregunta del siglo es ¿Y después de Alan quién?

En estos años Alan García ha sido el único caudillo y líder, la locomotora del APRA, pero cuando Alan muera – aunque el jura que no lo hará porque es Dios – ¿Será la muerte del APRA?¿Se están forjando nuevos cuadros?¿ Es momento del cambio generacional en el APRA? ¿Y cuando el APRA muera, nacerá algún nuevo partido político con ideología propia, con tesis propias?

Dejo la frase del vate Vallejo al APRA… ¡Hermanos hay tanto por hacer!


Escrito por

Luis G. Rojas Arias

Abogado por la Universidad Nacional de San Antonino Abad del Cusco y Ex Presidente del Parlamento Joven - Congreso de la República del Perú.


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